El niño se muerde a sí mismo: ¿Qué hacer?
Dale mucha atención individual para ayudarlo a sentirse mejor consigo mismo.
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Si el bebé se muerde y se lastima a propósito, tienes razón en preocuparte. Primero, pregúntate qué puede haber detrás de estos actos de autocastigo. ¿Tu hijo resuelve su enfado contigo o con cualquier otra persona sobre sí mismo porque no sabe cómo expresarlo de otra manera? ¿Está tan frustrado con alguien que le provoca el morderse ? Veamos por qué el niño se muerde a sí mismo y qué podemos hacer para remediarlo.
El niño se muerde a sí mismo: ¿Qué hacer?
Para obtener más pistas sobre cuál puede ser la raíz del problema, piensa detenidamente cuándo comenzó tu hijo a morderse y qué estaba pasando en la vida del niño en ese momento. Quizás notaste esto por primera vez cuando volvisteis de vacaciones o cuándo papá o mamá se fue de viaje por trabajo.
O tal vez apareció por primera vez la semana en que pasó de los acogedores confines de la habitación del bebé a la guardería o cuando comenzó su etapa en preescolar.
Si podéis detectar un evento relacionado obvio, es posible que puedas romper rápidamente este patrón de comportamiento perturbador dado que al saber la causa podremos elegir el mejor remedio para actuar de inmediato antes de que el niño se haga daño de verdad.
Como actuar
Lo más importante de todo y lo primero que tenemos que hacer es frenar al niño cuando veamos que se muerde . Los moretones y las mordeduras no son buenos para su cuerpo, por supuesto. Más importante aún: este comportamiento no es bueno para su desarrollo emocional . Detén la mordedura levantando suavemente a tu hijo de donde esté o sencillamente le cambias de posición y le separas la boda del brazo, la mano o la zona del cuerpo en la que se esté mordiendo. Luego, dile que lo mejor que puede hacer es no morderse, porque se va a hacer daño y porque tú lo vas a cuidar. Debes dejarle claro que no tiene nada que temer.
Incluso si la mayoría de tus palabras apenas las va a entender, él comprenderá lo que intentas decirle y tendrá la prueba de tu amor que tal vez puede haber estado buscando. Afortunadamente, los comportamientos extremos en niños tan pequeños a menudo terminan tan repentinamente como comienzan. Sin embargo, si tu bebé aún se lastima a propósito después de una semana de haber comenzado a frenarlo, habla con su pediatra sobre el problema.
Advertencia: no dejes que el médico te despida con un «No te preocupes, muchos niños lo hacen». Esto puede ser cierto, pero no significa que no debas explorar opciones como la modificación del comportamiento o incluso la terapia de juego para ayudar a tu hijo a manejar sus emociones de una manera más saludable.
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- Psicología